Desde este lugar se puede observar una mancha verde: corresponde a la dehesa de CODES que tiene unas 150 ha. y que pertenece a los vecinos del pueblo. Esta finca perteneció a un militar que en los primeros años del siglo XX se la vendió a los vecinos del pueblo. Según me contó mi abuelo la dehesa de dividió en 10 partes, según las posibilidades de cada uno se hizo propietario de algunos terrenos. Los más fuertes económicamente compraron una parte; y los que menos, se juntaron para comprar una parte entre varios, de tal manera que prácticamente todos los vecinos del pueblo eran propietarios de algún terreno en la dehesa de Codes. Según me contó mi abuelo las primeras tareas que hubo que realizar fueron la de limpiar el exceso de vegetación o monte que había.
Tal era la cantidad de materia orgánica sobre el suelo, procedente de la vegetación, que los primeros años sirvió de abono y se obtuvieron unas cosechas muy abundantes. En aquellos años y hasta los años 60-70 se sembró prácticamente toda la dehesa, incluidas las barreras, esto fue posible a que se hacían las tares con animales; con máquinas en algunos lugares hubiera sido imposible. Se utilizaban técnicas tradicionales, lo que hoy denominamos agricultura biológica.
Hoy día la dehesa se parece a lo que fue en un principio ya que la vegetación ha vuelto a ocupar su lugar ya que se ha dejado de sembrar.
Tal era la cantidad de materia orgánica sobre el suelo, procedente de la vegetación, que los primeros años sirvió de abono y se obtuvieron unas cosechas muy abundantes. En aquellos años y hasta los años 60-70 se sembró prácticamente toda la dehesa, incluidas las barreras, esto fue posible a que se hacían las tares con animales; con máquinas en algunos lugares hubiera sido imposible. Se utilizaban técnicas tradicionales, lo que hoy denominamos agricultura biológica.
Hoy día la dehesa se parece a lo que fue en un principio ya que la vegetación ha vuelto a ocupar su lugar ya que se ha dejado de sembrar.