Como mi abuela Bernardina ya no lo tenía cuando nació mi hijo, quitó el asiento a una silla y asi le enseño a andar. Un peculiar tacata. Carmen Conde.
Es el equivalente del corralito de los niños. A partir de los 7 meses se ponía a los niños para que fueran cogiendo fuerza en las piernas y asi echaran los primeros pasos.