LA DURMIENTE
La luna mientras duermes te acompaña,
tiende su luz por tu cabello y frente,
va del semblante al cuello, y lentamente
cumbres y
valles de tu seno baña.
Yo, Lesbia, que al umbral de tu cabaña
hoy velo, lloro, y ruego inútilmente,
el curso de la luna refulgente,
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