Estas escuelas están en la corraliza Santa Ana, en la foto se puede ver dos puertas, la de la derecha era la de las chicas y la de la izquierda era de los chicos, al solo haber dos salas, esto quería decir que en el mismo aula iban todos los chicos del pueblo juntos, es decir todas las edades mezcladas que no existia las escuelas mixtas, no solo en Mesegar sino en toda España.
A la escuela se entraba con seis años y se salía con catorce, lo curioso es que si se cumplia los seis años en enero pues se entraba en enero igualmente cuando se cumplia los catorce.
Para estudiar sólo utilizabamos un libro que se llamaba la "enciclopedia", había tres grados al primer grado y segundo todos los chavales /as estudiamos al tercer grado eran pocos .
La pizarra típica era una plancha de roca bordeada por unos listones de madera.
El recreo se hacía entre las 11 y las 12. Si el tiempo lo permitía se salía a la corraliza y se jugaba a las tabas, al escondite, ...
Durante el recreo se aprovechaba para el reparto de la leche en polvo. Cada día debía encargarse la madre un chico para preparar el desayuno, si no se había batido lo suficientemente la madre aquel día recibía alguna que otra protesta por parte de los chicos, nos colocabamos en fila y en un vaso nos ponían la leche.
Los miércoles por la tarde no había clase, pero sí los sábados por la mañana.
Durante el mes de mayo se levantaba un pequeño altar en la escuela, el último día del mes se recitaban poesias a la Virgen María, y se adornaba con flores del campo.
Bueno otro día seguiré recordando momentos de nuestra infancia en la escuela
A. Sánchez Sánchez.
A la escuela se entraba con seis años y se salía con catorce, lo curioso es que si se cumplia los seis años en enero pues se entraba en enero igualmente cuando se cumplia los catorce.
Para estudiar sólo utilizabamos un libro que se llamaba la "enciclopedia", había tres grados al primer grado y segundo todos los chavales /as estudiamos al tercer grado eran pocos .
La pizarra típica era una plancha de roca bordeada por unos listones de madera.
El recreo se hacía entre las 11 y las 12. Si el tiempo lo permitía se salía a la corraliza y se jugaba a las tabas, al escondite, ...
Durante el recreo se aprovechaba para el reparto de la leche en polvo. Cada día debía encargarse la madre un chico para preparar el desayuno, si no se había batido lo suficientemente la madre aquel día recibía alguna que otra protesta por parte de los chicos, nos colocabamos en fila y en un vaso nos ponían la leche.
Los miércoles por la tarde no había clase, pero sí los sábados por la mañana.
Durante el mes de mayo se levantaba un pequeño altar en la escuela, el último día del mes se recitaban poesias a la Virgen María, y se adornaba con flores del campo.
Bueno otro día seguiré recordando momentos de nuestra infancia en la escuela
A. Sánchez Sánchez.