Soneto en memoria de mi amiga Maribel
¡Qué pena! ¡Qué tristeza! ¡Qué dolor!,
Maribel para siempre se ha marchado,
parece ser que Dios está empeñado
en llevarse muy pronto lo mejor.
Habrá gozo en el cielo, aquí pavor,
en Mesegar su cuerpo está enterrado,
un alma de mujer que se ha ganado
el aprecio de la gente con su amor.
De ella un grato recuerdo guardaremos,
lo que mucho se quiere no se olvida
y los que la tratamos, bien sabemos
que era afectuosa, amable y muy querida.
Su bondad y ternura evocaremos
con cariño especial toda la vida.
Mario García García.
¡Qué pena! ¡Qué tristeza! ¡Qué dolor!,
Maribel para siempre se ha marchado,
parece ser que Dios está empeñado
en llevarse muy pronto lo mejor.
Habrá gozo en el cielo, aquí pavor,
en Mesegar su cuerpo está enterrado,
un alma de mujer que se ha ganado
el aprecio de la gente con su amor.
De ella un grato recuerdo guardaremos,
lo que mucho se quiere no se olvida
y los que la tratamos, bien sabemos
que era afectuosa, amable y muy querida.
Su bondad y ternura evocaremos
con cariño especial toda la vida.
Mario García García.