MESEGAR DE CORNEJA: Era la mañana...

Era la mañana
de la Santa Ana,
mañana de julio pintada de rosa.
Nadie presentía que saldría el Sol
por la silenciosa
granja de Tizol.
Santiago el Apóstol, marchito, dormía
como derribado por la algarabía
del pasodoble la charanga, locura y alcohol.
Era la mañana
de la Santa Ana...
¡Oh, la protectora
! Oh!, la redentora
Por ser la abuelita
del niño Rey!
¡Qué gloriosos gallos dieron a la aurora
cánticos alegres al amanecer!

R1