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El abogado y periodista Esteban Hernández ha afirmado que la sociedad contemporánea está definida por la “inestabilidad vital”, provocada por cambios de modelos que se han ido produciendo.

El periodista Esteban Hernández en los 'Encuentros por una ciudadanía crítica'.
En la primera de las charlas del nuevo ciclo de los Encuentros por una Ciudadanía Crítica, el periodista del diario El Confidencial
Ha expuesto algunas de las cuestiones que plantea en su libro ‘Nosotros o el caos: así es la derecha que viene’, en el que intenta analizar los cambios que se están produciendo en la sociedad, que ha calificado de “pequeñas reformas que configuran un proceso totalmente distinto a hace décadas”.

“La política tiene un plano de acción muy limitado y está supeditada a empresas y al poder de las finanzas, es un elemento importante, pero supeditado a otras acciones”, ha asegurado, antes de señalar que el libro hace especial hincapié en los cambios en el mundo laboral, pero también en la influencia de las nuevas tecnologías y los modelos de gestión que se están impulsando desde Silicon Valley a través de grandes fondos que están proyectando modelos que, en realidad, “son muy antiguos”.

A su juicio, en España, las políticas económicas ejecutadas por los diferentes gobiernos han sido “sustancialmente similares”, aunque la política “hoy tiene el poder de cambiar las cosas, pero los mecanismos son muy limitados”.

Precariedad laboral
Por ello, Hernández ha considerado que el futuro laboral es “más complicado”, porque se fomenta la precariedad, se ha acabado la idea de que determinada formación servía para ganarse la vida y los jóvenes no tienen asegurado su futuro, lo que provoca una “inestabilidad vital” que define a la sociedad actual.

También se ha referido la excesiva medición que se realiza hoy día de determinados elementos, como el rendimiento o los servicios, que “centra la práctica contemporánea”, pero que presenta el problema de que “hay cosas que no se pueden medir”, como el trabajo de un médico. “La esencia de su trabajo no reside en los números y cuando empiezas a regir un hospital por números en lugar de por el servicio se ofrece una perspectiva absolutamente errónea”, ha concluido.