A Mesegar también llegaban los Reyes, tal dia como hoy., y los niños de entonces disfrutábamos igual que cualquier niño que tenga el privilegio de recibir regalos un día tan especial como el de hoy.
Cada mañana de Reyes, recuerdo que al despertar, antes que cualquier otro día, por la impaciencia de la espera de días anteriores, corría a la ventana de la habitación, en la que la noche previa habia dejado los zapatos, junto con una copia de anís, y como algo mágico, encontraba los regalos que los Reyes habían dejado.
Con avidez me disponía a abrir cada uno de ellos, tanto los que había pedido en la carta, como los que habían traído por sorpresa.
Seguidamente iba corriendo a casa de mi abuela para contarle lo acontecido y ella me llevaba a la mesa de la sala donde por arte de magia, había nuevos regalos.
Después las niñas del pueblo íbamos casa por casa, mostrando con orgullo todo aquello que los Reyes nos habían traído y ese día la felicidad irradiaba en todas las pequeñas caras de los más pequeños de Mesegar. Feliz día de Reyes.
Cada mañana de Reyes, recuerdo que al despertar, antes que cualquier otro día, por la impaciencia de la espera de días anteriores, corría a la ventana de la habitación, en la que la noche previa habia dejado los zapatos, junto con una copia de anís, y como algo mágico, encontraba los regalos que los Reyes habían dejado.
Con avidez me disponía a abrir cada uno de ellos, tanto los que había pedido en la carta, como los que habían traído por sorpresa.
Seguidamente iba corriendo a casa de mi abuela para contarle lo acontecido y ella me llevaba a la mesa de la sala donde por arte de magia, había nuevos regalos.
Después las niñas del pueblo íbamos casa por casa, mostrando con orgullo todo aquello que los Reyes nos habían traído y ese día la felicidad irradiaba en todas las pequeñas caras de los más pequeños de Mesegar. Feliz día de Reyes.