Solo pasear por sus calles, y ver como hablas con niños y mayores, solo con escuchar a los padres contar sus historias y contarles tu las tuyas a los niños.solo por el simple hecho de subirte al fronton a jugar, o a la era, o quedarte en la plaza viendo correr a niños que conoces desde que nacieron.solo por eso, merece la pena ir.