Puede sonar a cachondeo pero Mirueña no es solo un pueblo, es un sentimiento. Hay que ir para saber lo que es. El pueblo no seria nada sin la gente y la gente no seria lo mismo sin el pueblo. Esta claro que algo tiene que tener para que con tan solo un fronton, una red de voley, una plaza, un pantano y un bar seamos felices mientras estamos alli. Pero bueno, eres libre de pensar lo que quieras.
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