Muchas gracias. La verdad que tenéis un
iglesia preciosa; el día que las hice fue gracias a nuestro
amigo Ángel que conoce a la señora que guarda las llaves y que tan amablemente nos franqueó el paso y nos la enseñó. No recuerdo su nombre, pero aprovecho para darle las gracias y animarla a que continúe enseñando la iglesia de su
pueblo a los visitantes. Gracias.