Cada día, al despertar, haz afirmaciones positivas de alegría y de victoria, procurando construir en tu entorno un ambiente de serenidad y armonía.
Aprende a sonreír de corazón a todos: parientes,
amigos, conocidos, de tal forma que baste tu presencia para que la alegría penetre en el corazón de los que lo tienen abierto.
... Y verificarás la
felicidad que esto te causará