Yo estoy a la
puerta
Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista. Llegado el momento, se tiró el paño que velaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.
Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una
casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien
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