“Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso.” (J. L Borges)
A medida que pasan y cumples los años, es inevitable echar de vez en cuando la vista atrás, y repasar la vida como si de una pequeña moviola se tratase.
Yo creo que a los niños esto no les pasa, tal vez porque tengan en su haber más futuro que pasado.
Los recuerdos deambulan por los insondables y misteriosos recovecos del cerebro, se cruzan, se chocan, y nos devuelven ecos de nuestra propia existencia, como si miles de piezas de un puzle se trataran, cuya resolución nos desvelara el dibujo, la historia, de nuestra vida.
(Y sólo nosotros sabemos si las piezas van encajando bien).
EN EL ZAQUIZAMÍ
A veces regreso al tiempo
de jugar con las muñecas
a las espinillas, tránsito,
de niñez a adolescencia,
a los veranos dorados
a los inviernos de escuela,
a los besos robados
por un novio cualquiera.
Al tiempo de azahares
de entregas nuevas,
a la vida de amante
sin marcarse fronteras.
El tiempo es un polvo dorado
que va cubriendo las formas,
pátina son los recuerdos
que su paso deja.
Tal es lo que nos queda
de nuestra pequeña historia,
del discurrir de la vida
en el zaquizamí de la memoria.
DLV®
FELIZ CUMPLEAÑOS REINA
... (ver texto completo)