El Progreso, NARROS DEL CASTILLO

Un señor de la ciudad fue a pasar unas vacaciones a la sierra, a unas altas montañas. Tenía un trabajo que lo agobiaba, muchos problemas y quería renunciar a todo. Un amigo lo convenció que antes se tomase un descanso en la montaña y así lo hizo. Todas las tardes salía a dar un paseo y de regreso solía encontrarse una viejecita que regresaba a su casa.

Se podía observar que la anciana había estado trabajando todo el día y que le costaba trabajo subir una cuesta muy empinada con una pesada carga...
¡Tenemos cosas que hacer maravillosas!
Nos han encomendado la casa de este mundo.
Todo lo que el Creador hacía en él es ahora tarea nuestra.

No os crucéis de brazos, ni os deis a la bueno vida.
¡De todo lo que podemos hacer y no hagamos,
se nos pedirá cuenta!

¡Qué tarea tenemos encomendada!
Encender el sol cada mañana para todos...
Marchitas ya las juveniles flores,
Nublado el sol de la esperanza mía,
Hora tras hora cuento y mi agonía
Crecen y mi ansiedad y mis dolores.
Sobre terso cristal ricos colores, 5
Pinta alegre tal vez mi fantasía,
Cuando la triste realidad sombría
Marcha el cristal y empaña sus fulgores.
Los ojos vuelvo en incesante anhelo,
Y gira entorno indiferente el mundo, 10...
Le pregunté al mar que se necesita para ser feliz.

Sentada en la arena le pregunté al mar que se necesita para ser feliz.
Me contestó que la felicidad se encuentra en todas partes, en todo ser viviente. La felicidad no es necesaria buscarla, siempre está presente, esperándote, aguardando el momento para que la tomes, para que la lleves contigo.

Pregunté entonces el por qué del dolor, la tristeza, la amargura el sufrimiento interno, a lo cual contestó: Uno tiene lo que busca, felicidad, tristezas,...
Una vieja y unn candil

la perdición de una casa,
la vieja por lo que gruñe
y el candil por lo que gasta."

Coplillas Candeal.