De las matanzas recuerdo a mi tia Irene, la que tenia el teléfono de Narros, apretando, pacientemente, la tripa de los chorizos, para despues atarlos y picarlos con una aguja grande, antes de ser colgados.
Era un acontecimiento muy bonito, donde trabajabamos mucho, pero a su vez, tambien, lo pasabamos muy bien.
Era un acontecimiento muy bonito, donde trabajabamos mucho, pero a su vez, tambien, lo pasabamos muy bien.