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NARROS DEL CASTILLO: El peregrino...

El peregrino

Era una noche de invierno,
Del invierno crudo y frío,
Oscura, sin una estrella,
Y de nieve y de ventisco:
Era más de media noche, 5
Y la puerta de un castillo
Resonaba al duro golpe
Del fuerte aldabón macizo:
Mucho aqueja al Castellano
La visita y el ruido, 10
Que allá estaba junto al fuego
Bebiendo con sus amigos.
«Soy un pobre» el que llamaba
Con voz apagada dijo,
«Soy un pobre extraviado 15
Que no conoce el camino».
Y gritóle el Castellano:
«Vaya a otra parte el mendigo».
-«Estoy solo y sin defensa,
Soy un pobre peregrino, 20
Y vengo de Tierra Santa
Muy cansado y busco asilo».
-«Busque albergue en otra parte
Que no se da en este sitio».
-«Yo pagaré en oraciones 25
Por el Señor compasivo,
Daré del santo sepulcro
Un relicario bendito».
-«Pase, le digo, adelante».
Gritó el Castellano altivo. 30
-« ¡Señor, por piedad!» de nuevo
Dijo el pobre peregrino,
«Soy ya muy viejo, sin fuerzas,
Desnudo y muero de frío»:
Mas nada de esto apiadara 35
Al dueño de aquel Castillo,
Que tenía el corazón
Cual mármol endurecido.
Antes bien se puso en pie
Y gritóle enfurecido: 40
-«Parta el pobre en hora mala,
No me canse con sus gritos,
No despierte mis sabuesos
Ni mis halcones dormidos».
Y tornó de nuevo al fuego 45
Y a beber con sus amigos.
-«A Dios, Señor» le responde
El pobre con un suspiro,
«Si llamáis a puerta ajena
Dios os dé mejor destino». 50
Larga y negra fue la noche
De vendaval y granizo:
Muy mucho sonaba el aire
Con triste horrendo silbido.
Poco durmió el Castellano, 55
Porque su sueño indeciso
Fue turbado muchas veces
Por la memoria de un grito.
Por aquel ¡ay! doloroso
Que lanzara el despedido. 60
Desde entonces cada noche
Ha vuelto a escuchar lo mismo:
Que a la mañana siguiente,
Cuando de perros seguido,
Con el azor sobre el puño, 65
Sobre un caballo de brío,
Buscaba tímida garza
Por las orillas del río,
Olvidado del día antes
Y en la caza divertido: 70
Halló sobre el duro suelo,
En nieve casi sumido,
Amoratado y sin vida
Al infeliz peregrino.