ME SIENTO TAN ORGULLOSO, MI SEÑOR
Me siento tan orgulloso, mi Señor,
de ver que una Magdalena
fue la primera que os vio
después de resucitado,
que sin miedo y sin rubor,
a todo el que me pregunta
mi nombre y mi profesión,
de buen grado le dijera:
- Soy de oficio pecador,
como aquella Magdalena
que primero a Cristo vió.
Me siento tan orgulloso, Señor,
de que el primero en salvarse
fuera un insigne ladrón,
que a todo el que me pregunta
mi nombre y mi profesión,
de buen grado le dijera:
-Yo soy de oficio ladrón,
como aquel que, estando atado,
fue tan hábil que robó
las llaves del Paraiso
y el Corazón de su Dios
Me siento tan orgulloso, mi Señor,
de ver que una Magdalena
fue la primera que os vio
después de resucitado,
que sin miedo y sin rubor,
a todo el que me pregunta
mi nombre y mi profesión,
de buen grado le dijera:
- Soy de oficio pecador,
como aquella Magdalena
que primero a Cristo vió.
Me siento tan orgulloso, Señor,
de que el primero en salvarse
fuera un insigne ladrón,
que a todo el que me pregunta
mi nombre y mi profesión,
de buen grado le dijera:
-Yo soy de oficio ladrón,
como aquel que, estando atado,
fue tan hábil que robó
las llaves del Paraiso
y el Corazón de su Dios