"Kurile", uno de esos infelices que ha deambulado por las calles de Pto. Padre por décadas, recibiendo la caridad de todos - a veces los insultos -, fue llevado a un hogar de emergencia pues ya, a causa de la pésima situación, nadie podía compartir un poco de alimento con estos infelices. En el hogar lo bañaron y le dieron ropas y comida. Esto fue en los tiempos de la avalancha de balseros que salían de Pto Padre y quizás esto explique que, un tanto desorientado por aquella inusitada suerte, la exclamación de Kurile fue: "... ¡Que va, pa' Cuba no vuelvo más!...."