Recopilador: Adrián González
Informante: Isabel María Pardo, de 40 años, nacida en Herguijuela.
Recogida en Casatejada, mayo de 2005.
Cuenta la gente de Casatejada que la Virgen de la Soledad pasó por esta localidad a su destino original, Plasencia. Pero cuando cruzaba este pueblo se puso a llover a cántaros, quedando atascado[s] el carro y los bueyes en el barrizal que se formó.
Al pasar los días y no poder [mover] a la Virgen de este punto, se consideró que la Virgen quería quedarse. Y en el mismo sitio donde se quedó atascada se levantó una ermita para acogerla.
*
Hace muchos años el sacristán encargado de esta misma ermita entró en ella para hacer su trabajo, llevándose un gran susto al ver que la Virgen no estaba en su altar ni en ningún otro sitio de la ermita. Dio cuenta a las autoridades competentes, que acompañando al sacristán volvieron y encontraron a la Virgen en su sitio, pero totalmente empapada.
El misterio no se resolvió hasta que unos pescadores naturales de Casatejada regresaron para agradecer a su patrona que les arropara con su manto en una tormenta en el mar y les llevara a tierra. Porque el día de la tormenta fue el mismo en el que la Virgen desapareció unas horas.
En el Mapa de cuentos de cuentos y leyendas de Extremadura y el Alentejo elaborado por Eloy Martos y Vítor M. de Sousa, se recoge una versión similar de los hechos.
En las coplas populares de Casatejada hay también referencias a los milagros de esta Virgen y a su mote, Andariega:
Casatejada es mi pueblo,
sal de la tierra extremeña,
y tenemos por patrona
a la Virgen Andariega.
Un sacristán a la Virgen
Andariega le ha llamado
porque fue a lejanas tierras
para obrar un gran milagro.
La ermita de la Virgen de la Soledad se construyó, al parecer, a finales del XVI o inicios del XVII, pues en ella figura el escudo del obispo placentino D. Pedro González de Acebedo (1595-1609).
Informante: Isabel María Pardo, de 40 años, nacida en Herguijuela.
Recogida en Casatejada, mayo de 2005.
Cuenta la gente de Casatejada que la Virgen de la Soledad pasó por esta localidad a su destino original, Plasencia. Pero cuando cruzaba este pueblo se puso a llover a cántaros, quedando atascado[s] el carro y los bueyes en el barrizal que se formó.
Al pasar los días y no poder [mover] a la Virgen de este punto, se consideró que la Virgen quería quedarse. Y en el mismo sitio donde se quedó atascada se levantó una ermita para acogerla.
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Hace muchos años el sacristán encargado de esta misma ermita entró en ella para hacer su trabajo, llevándose un gran susto al ver que la Virgen no estaba en su altar ni en ningún otro sitio de la ermita. Dio cuenta a las autoridades competentes, que acompañando al sacristán volvieron y encontraron a la Virgen en su sitio, pero totalmente empapada.
El misterio no se resolvió hasta que unos pescadores naturales de Casatejada regresaron para agradecer a su patrona que les arropara con su manto en una tormenta en el mar y les llevara a tierra. Porque el día de la tormenta fue el mismo en el que la Virgen desapareció unas horas.
En el Mapa de cuentos de cuentos y leyendas de Extremadura y el Alentejo elaborado por Eloy Martos y Vítor M. de Sousa, se recoge una versión similar de los hechos.
En las coplas populares de Casatejada hay también referencias a los milagros de esta Virgen y a su mote, Andariega:
Casatejada es mi pueblo,
sal de la tierra extremeña,
y tenemos por patrona
a la Virgen Andariega.
Un sacristán a la Virgen
Andariega le ha llamado
porque fue a lejanas tierras
para obrar un gran milagro.
La ermita de la Virgen de la Soledad se construyó, al parecer, a finales del XVI o inicios del XVII, pues en ella figura el escudo del obispo placentino D. Pedro González de Acebedo (1595-1609).