NARROS DEL CASTILLO: IV...

IV
En mi tormento prolijo,
Al cielo a veces acudo;
Pero ¡ay! El cielo está mudo
Para el hombre a quien maldijo.

En vano, en vano me aflijo
Por la esperanza extinguida,
Y aunque mi ya envejecida
Frente, de pesar se abrasa,

No vuelve la edad que pasa,
Ni vuelve la fe perdida.