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NARROS DEL CASTILLO: Canción de los bateleros del arroz...

Canción de los bateleros del arroz

Río arriba, en la ciudad,
nos espera un puñado de arroz,
pero pesa la barca que debe subir
y el agua corre río abajo.
Nunca llegaremos arriba.

Tirad más aprisa, las bocas
esperan ya la comida.
Todos a una. No tropieces
con tu compañero.

La noche viene pronto. En nuestro cuarto
ni la sombra de un perro podría dormir,
pero cuesta un puñado de arroz.
Como la orilla es resbaladiza
no nos movemos del sitio.

Tirad más aprisa, las bocas
esperan ya la comida.
Todos a una. No tropieces
con tu compañero.

La soga que en los hombros se nos hunde
tiene más resistencia que nosotros.
El látigo de nuestro vigilante
cuatro generaciones lo conocen.
No seremos la última nosotros.

Tirad más aprisa, las bocas
esperan ya la comida.
Todos a una. No tropieces
con tu compañero.

La barca nuestros padres arrastraron
un poco más arriba de donde muere el río.
Alcanzarán la fuente nuestros hijos.
Nosotros somos los de en medio.

Tirad más aprisa, las bocas
esperan ya la comida.
Todos a una. No tropieces
con tu compañero.

En la barca hay arroz. El campesino
que lo cosechó ha recibido
sólo un puñado de monedas, pero nosotros
recibimos aún menos. Un buey
les saldría más caro. Somos demasiados.

Tirad más aprisa, las bocas
esperan ya la comida.
Todos a una. No tropieces
con tu compañero.

Cuando llega el arroz a la ciudad
y los niños preguntan que quién
arrastró la pesada barca, se les dice:
ha sido arrastrada.

Tirad más aprisa, las bocas
esperan ya la comida.
Todos a una. No tropieces
con tu compañero.

La comida de abajo les viene
a los que arriba la comen.
Aquellos que la arrastraron
no han comido.

Cuando llega el arroz a la ciudad y los niños preguntan que quién arrastró la pesada barca, se les dice: ha sido arrastrada.