EL LLANTO DE LA LUNA
La luna es una manzana
que se la comen a besos,
cuando se esconde en las nubes,
los angelitos del cielo.
Aro de plata, mi luna,
va de un extremo a otro extremo,
y cabalgan en su anillo
cuatro arcàngeles traviesos.
En el llanto de la luna
se bañan mis pensamientos
con àngeles sin pecado
y estrellitas y luceros.
La luna llena, hada madre,
ofrece su pecho abierto
a quien va solo en la vida
por la oscuridad sin dueño.
Si el hombre camina a oscuras
cuando la noche es misterio,
es luna de caminantes
solo por eso, por eso.
Luna de melancolìa
que llora sobre los cerros.
Dicen que a la media noche
la va a consolar el viento.
Cuernos de marfil y plata,
columpio de gracia y riesgo
saltan de una punta a otra
àngeles titiriteros.
¿Donde se esconde la luna
en una noche de ensueño?
"En el pozo la guardaron",
dijo el poeta. Y es cierto.
(Fermìn de Mieza.)
La luna es una manzana
que se la comen a besos,
cuando se esconde en las nubes,
los angelitos del cielo.
Aro de plata, mi luna,
va de un extremo a otro extremo,
y cabalgan en su anillo
cuatro arcàngeles traviesos.
En el llanto de la luna
se bañan mis pensamientos
con àngeles sin pecado
y estrellitas y luceros.
La luna llena, hada madre,
ofrece su pecho abierto
a quien va solo en la vida
por la oscuridad sin dueño.
Si el hombre camina a oscuras
cuando la noche es misterio,
es luna de caminantes
solo por eso, por eso.
Luna de melancolìa
que llora sobre los cerros.
Dicen que a la media noche
la va a consolar el viento.
Cuernos de marfil y plata,
columpio de gracia y riesgo
saltan de una punta a otra
àngeles titiriteros.
¿Donde se esconde la luna
en una noche de ensueño?
"En el pozo la guardaron",
dijo el poeta. Y es cierto.
(Fermìn de Mieza.)