Nunca he conocido a una persona, sin importar su condición, en quien no pudiera ver posibilidades. No me importa cuánto pueda una persona considerarse fracasada. Creo en ella porque puede cambiar lo que está mal en su vida en el momento en que esté lista y preparada para hacerlo. Cuando desarrolla el deseo, puede remover de su vida aquello que le derrota. La capacidad para reformarnos y cambiar yace dentro de nosotros