Dos reclusos
Dos reclusos estaban en un oscuro calabozo al que sólo entraba un poco de luz por un ventanuco en la parte alta. Cierto día, se pusieron de acuerdo para mirar hacia afuera subiéndose cada uno en los hombros del otro.
Subió el primero y de inmediato bajó malhumorado y renegando.
Trepó el segundo y casi que no baja... estaba feliz y entusiasmado.
Le pregunta el segundo al primero: - " ¿Qué viste?". - "Basura, estiércol, un sitio inmundo y repugnante", dijo.
Y añadió: - "Y tú, ¿por qué bajaste tan contento?". - "Porque el cielo se veía azul, las aves revoloteaban y admiraba el Sol, las nubes y el horizonte". Ambos miraron por el mismo tragaluz, pero uno lo hizo hacia arriba y el otro hacia abajo.
Contempla la vida con una mirada de fe y confianza. Alza los ojos para levantar también el corazón.
Observa todo con optimismo y siempre hallarás razones para la esperanza y la alegría.
Dos reclusos estaban en un oscuro calabozo al que sólo entraba un poco de luz por un ventanuco en la parte alta. Cierto día, se pusieron de acuerdo para mirar hacia afuera subiéndose cada uno en los hombros del otro.
Subió el primero y de inmediato bajó malhumorado y renegando.
Trepó el segundo y casi que no baja... estaba feliz y entusiasmado.
Le pregunta el segundo al primero: - " ¿Qué viste?". - "Basura, estiércol, un sitio inmundo y repugnante", dijo.
Y añadió: - "Y tú, ¿por qué bajaste tan contento?". - "Porque el cielo se veía azul, las aves revoloteaban y admiraba el Sol, las nubes y el horizonte". Ambos miraron por el mismo tragaluz, pero uno lo hizo hacia arriba y el otro hacia abajo.
Contempla la vida con una mirada de fe y confianza. Alza los ojos para levantar también el corazón.
Observa todo con optimismo y siempre hallarás razones para la esperanza y la alegría.