HOLA NARROS BUENAS TARDES.
ORILLAS DEL DUERO
Primavera soriana, primavera
humilde, como el sueño de un bendito,
de un pobre caminante que durmiera
de cansancio en un páramo in finito.
Campillos amarillento,
como tosco sayal de campesina,
pradera de velludo polvoriento
donde pace la escuálida merina.
Aquellos diminutos pegujales
de tierra dura y fría,
donde apunta centenos y trigales
que el pan moreno nos dará un día.
Y otra ves roca y roca, pedregales
desnudos y pelados serrijones,
la tierra de las águilas caudales,
malezas y jarales,
hierbas monteses, zarzas cambrones.
¡Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía ¡
¡Castilla, tus decrepitas ciudades ¡
¡La agria melancolía
que puebla tus sombrías soledades ¡
ANTONIO MACHADO
Un saludo para todos y todas. PEPI
ORILLAS DEL DUERO
Primavera soriana, primavera
humilde, como el sueño de un bendito,
de un pobre caminante que durmiera
de cansancio en un páramo in finito.
Campillos amarillento,
como tosco sayal de campesina,
pradera de velludo polvoriento
donde pace la escuálida merina.
Aquellos diminutos pegujales
de tierra dura y fría,
donde apunta centenos y trigales
que el pan moreno nos dará un día.
Y otra ves roca y roca, pedregales
desnudos y pelados serrijones,
la tierra de las águilas caudales,
malezas y jarales,
hierbas monteses, zarzas cambrones.
¡Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía ¡
¡Castilla, tus decrepitas ciudades ¡
¡La agria melancolía
que puebla tus sombrías soledades ¡
ANTONIO MACHADO
Un saludo para todos y todas. PEPI