EL ARBOL
A mi amigo Pedro Bernardez:
Hombre de espíritu recio y de corazón grande y tierno.
Un árbol tiene mi amigo,
Mi amigo, mi amigo Pedro.
Un árbol tiene mi amigo
Que mira al monte y al cerro.
Me sedujo la nostalgia
Al hilo del mediodía
Y me acerque el mismo día
A respirar la fragancia
Que de sus flores salía.
Con amor bien lo ha cuidado
Yo pensé en esos momentos,
Con honor bien lo ha abonado;
Con profundos sentimientos
Del corazón lo ha regado
Con alegrías y penas,
Con su ternura infantil,
Con la sangre de sus venas
Compuesta de oro y marfil.
Respiré la pura esencia.
Miré al monte y al cerro.
La divina providencia
Me hizo Palpar la presencia
De mi amigo, amigo Pedro.
Ángel Luís Sánchez Fernández - Mayo 2007
A mi amigo Pedro Bernardez:
Hombre de espíritu recio y de corazón grande y tierno.
Un árbol tiene mi amigo,
Mi amigo, mi amigo Pedro.
Un árbol tiene mi amigo
Que mira al monte y al cerro.
Me sedujo la nostalgia
Al hilo del mediodía
Y me acerque el mismo día
A respirar la fragancia
Que de sus flores salía.
Con amor bien lo ha cuidado
Yo pensé en esos momentos,
Con honor bien lo ha abonado;
Con profundos sentimientos
Del corazón lo ha regado
Con alegrías y penas,
Con su ternura infantil,
Con la sangre de sus venas
Compuesta de oro y marfil.
Respiré la pura esencia.
Miré al monte y al cerro.
La divina providencia
Me hizo Palpar la presencia
De mi amigo, amigo Pedro.
Ángel Luís Sánchez Fernández - Mayo 2007