EL FERROCARRIL ÁVILA-SALAMANCA.
Fueron empresarios ingleses los primeros interesados en comunicar por tren las dos ciudades castellanas de Ávila y Salamanca. Según F. Wais “Poco después de 1880, los ingleses plantearon el negocio y dieron los primeros pasos para su realización. La concesión la obtienen el 16 de agosto de 1883, al tiempo en que los portugueses trabajaban para sacar adelante los ferrocarriles que hacia su frontera partían también de Salamanca”.
Lo paradójico fue que los ingleses comenzaron a construir la línea desde Salamanca y al llegar a Peñaranda de Bracamonte abandonaron el proyecto. El resto de los 103 kilómetros que debía tener la vía hasta llegar a Ávila quedaron sin construir, a pesar de que la llana topografía no ofrecía apenas dificultades.
La compañía inglesa explota el trayecto entre las localidades salmantinas y no viendo rentabilidad al resto del trazado, quedan así las obras hasta que el propio Estado español las reinicia décadas más tarde, terminando el resto de la línea entre Peñaranda y Ávila en octubre de 1926. La línea fue inaugurada por el general y jefe de gobierno Miguel Primo de Rivera, “en medio de la multitud abulense”.
La imagen de Mayoral recoge la salida del primer tren de la línea Ávila – Salamanca en octubre de 1926. El nuevo trazado a partir de entonces seria explotado por la División de Ferrocarriles Españoles, que daría lugar después a la RENFE.
Fueron empresarios ingleses los primeros interesados en comunicar por tren las dos ciudades castellanas de Ávila y Salamanca. Según F. Wais “Poco después de 1880, los ingleses plantearon el negocio y dieron los primeros pasos para su realización. La concesión la obtienen el 16 de agosto de 1883, al tiempo en que los portugueses trabajaban para sacar adelante los ferrocarriles que hacia su frontera partían también de Salamanca”.
Lo paradójico fue que los ingleses comenzaron a construir la línea desde Salamanca y al llegar a Peñaranda de Bracamonte abandonaron el proyecto. El resto de los 103 kilómetros que debía tener la vía hasta llegar a Ávila quedaron sin construir, a pesar de que la llana topografía no ofrecía apenas dificultades.
La compañía inglesa explota el trayecto entre las localidades salmantinas y no viendo rentabilidad al resto del trazado, quedan así las obras hasta que el propio Estado español las reinicia décadas más tarde, terminando el resto de la línea entre Peñaranda y Ávila en octubre de 1926. La línea fue inaugurada por el general y jefe de gobierno Miguel Primo de Rivera, “en medio de la multitud abulense”.
La imagen de Mayoral recoge la salida del primer tren de la línea Ávila – Salamanca en octubre de 1926. El nuevo trazado a partir de entonces seria explotado por la División de Ferrocarriles Españoles, que daría lugar después a la RENFE.