
El tiempo sigue siendo el compañero
que casi nunca agota su memoria
y hace que recuerde con nitidez
aquella bicicleta naranja,
tus ojos marrones que miraban dulcemente mi pedaleo,
el vuelo de mis piernas y mi sonrisa al pasar a tu lado.
Largos paseos que me llevaban por un sendero infinito
al que ahora vuelvo sin encontrar el final
saboreando silencios que antes me pesaban.
Es la vida misma la que pedalea conmigo,
son muchos senderos los que trazan mi existencia
mientras los pájaros que cantan en los mismos árboles
ya no son aquellos que cantaron.
Pero aquel largo camino no ha cambiado…
como tu mirada, como tu deseo o tu sonrisa
cuando vuelvo a pasar a tu lado
porque el tiempo continúa siendo ese amigo
que casi nunca agota su memoria
y hace que rueden con nostalgia
los recuerdos que me sonríen a escondidas
en un viejo desván, junto a una bicicleta naranja
dormida sobre el beso que nunca hemos olvidado.
Rubí ¿Tú también tuviste una bicicleta naranja?
que casi nunca agota su memoria
y hace que recuerde con nitidez
aquella bicicleta naranja,
tus ojos marrones que miraban dulcemente mi pedaleo,
el vuelo de mis piernas y mi sonrisa al pasar a tu lado.
Largos paseos que me llevaban por un sendero infinito
al que ahora vuelvo sin encontrar el final
saboreando silencios que antes me pesaban.
Es la vida misma la que pedalea conmigo,
son muchos senderos los que trazan mi existencia
mientras los pájaros que cantan en los mismos árboles
ya no son aquellos que cantaron.
Pero aquel largo camino no ha cambiado…
como tu mirada, como tu deseo o tu sonrisa
cuando vuelvo a pasar a tu lado
porque el tiempo continúa siendo ese amigo
que casi nunca agota su memoria
y hace que rueden con nostalgia
los recuerdos que me sonríen a escondidas
en un viejo desván, junto a una bicicleta naranja
dormida sobre el beso que nunca hemos olvidado.
Rubí ¿Tú también tuviste una bicicleta naranja?