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CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE
Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.
Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.
Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.
Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.
Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.
Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.
Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.
Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.
**** OCHO MINUTOS ****
Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en brazos, psando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que decia: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal.
Recuerda algo: Despues que salgas, la puerta se cerrará para siempre.
Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal..."
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas.
Fascinada por el oro y las joyas, puso al niño en el piso y enpezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente.
"Tienes salamente ocho minutos"
Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró... recordó, entonces, que el niño quedó allá y la puerta se cerró para siempre.
La riqueza duro poco y la desesperación, siempre.
Lo mismo ocurre, aveces, co nosotros.
Tenemos unos ochenta años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte: " ¡No te olvides de lo principal!" y lo principal son los valores espirituales, La Oración, La Vigilancia, La Familia, Los Amigos, La Vida.
Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tato que lo principal simper se queda a un lado.
´
Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial:
" ¡Los tesoros del alma!"
Que jamás nos olvidamos que la vida en este mundo, pasa rapido y la muerte llega por sorpresa.
Y que cuando la vida de esta puerta se cierra para nosotros, de nada valdrá las lamentaciones.
Vvivimos en un mundo lleno de problemas, angustias, corrupción, vandalismo, injusticias, donde cada día mueren niños inocentes, padres de familia con stress, pero todo es porque hemos olvidado lo principal...
EL AMOR, LA PAZ, LA HUMANIDAD, LA SENCILLEZ Y LA PUREZA, TERNURA E INOCENCIA DE LOS NIÑOS.
Por fabor se felíz a cada instante, en cada momento de tu vida por muy dificil que un problema parezca.
Vida, solo hay una.
Disfrutalá, cuidalá.
Que no tengas que arrepentirte de nada o de que te haya faltado algo por hacer.
Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en brazos, psando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que decia: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal.
Recuerda algo: Despues que salgas, la puerta se cerrará para siempre.
Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal..."
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas.
Fascinada por el oro y las joyas, puso al niño en el piso y enpezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente.
"Tienes salamente ocho minutos"
Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró... recordó, entonces, que el niño quedó allá y la puerta se cerró para siempre.
La riqueza duro poco y la desesperación, siempre.
Lo mismo ocurre, aveces, co nosotros.
Tenemos unos ochenta años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte: " ¡No te olvides de lo principal!" y lo principal son los valores espirituales, La Oración, La Vigilancia, La Familia, Los Amigos, La Vida.
Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tato que lo principal simper se queda a un lado.
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Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial:
" ¡Los tesoros del alma!"
Que jamás nos olvidamos que la vida en este mundo, pasa rapido y la muerte llega por sorpresa.
Y que cuando la vida de esta puerta se cierra para nosotros, de nada valdrá las lamentaciones.
Vvivimos en un mundo lleno de problemas, angustias, corrupción, vandalismo, injusticias, donde cada día mueren niños inocentes, padres de familia con stress, pero todo es porque hemos olvidado lo principal...
EL AMOR, LA PAZ, LA HUMANIDAD, LA SENCILLEZ Y LA PUREZA, TERNURA E INOCENCIA DE LOS NIÑOS.
Por fabor se felíz a cada instante, en cada momento de tu vida por muy dificil que un problema parezca.
Vida, solo hay una.
Disfrutalá, cuidalá.
Que no tengas que arrepentirte de nada o de que te haya faltado algo por hacer.