EN BUENAS MANOS
A karlos Arguiñano.
Me dirijo hacia tí, hombre sencillo,
desde un pueblo pequeño castellano,
tiene por nombre Narros del Castillo
y admira tu cocina, Arguiñano.
Esas manos que Dios ha bendecido,
ese amor y contento que derramas,
con ansias de saber tú nos inflamas
y el hogar se siente enriquecido.
Tu forma de guisar a todos baña
con recetas de amor de mil colores
y llegando al corazón de toda España
entretienes a niños y a mayores.
Ay, si vieras el tiempo cómo pasa,
con tu entrega, tu gracia y tus consejos,
tus manos Arguiñano, son la masa
que pueden aplicarse en mil festejos.
Esa salsa especial de rico mero
y que adornas tan bien de formas mil,
tantos y tantos guisos con salero
y ese toque especial del perejil.
Ese pollo que guisas con esmero
y que te sale amigo, cosa fina,
esa merluza en salsa tan divina
que tú sabes hacer como el primero.
El ángel del Señor guía tu mano
y tu estilo y andar por la cocina
es un arte especial que te culmina
como dueño y señor y soberano.
Tienes alma infantil de puro niño,
tu gracia y tu sonrisa son imanes
que atraen a las personas con cariño
y son pétalos de flor en tulipanes.
Desde este pequeño pueblo castellano
quiero ser franco, claro y muy escueto:
gracias por todo, Karlos Arguiñano.
Vayan mi admiración y mi respeto.
Ángel Luís Sánchez Fernández
05370 Narros del Castillo
ÁVILA
A karlos Arguiñano.
Me dirijo hacia tí, hombre sencillo,
desde un pueblo pequeño castellano,
tiene por nombre Narros del Castillo
y admira tu cocina, Arguiñano.
Esas manos que Dios ha bendecido,
ese amor y contento que derramas,
con ansias de saber tú nos inflamas
y el hogar se siente enriquecido.
Tu forma de guisar a todos baña
con recetas de amor de mil colores
y llegando al corazón de toda España
entretienes a niños y a mayores.
Ay, si vieras el tiempo cómo pasa,
con tu entrega, tu gracia y tus consejos,
tus manos Arguiñano, son la masa
que pueden aplicarse en mil festejos.
Esa salsa especial de rico mero
y que adornas tan bien de formas mil,
tantos y tantos guisos con salero
y ese toque especial del perejil.
Ese pollo que guisas con esmero
y que te sale amigo, cosa fina,
esa merluza en salsa tan divina
que tú sabes hacer como el primero.
El ángel del Señor guía tu mano
y tu estilo y andar por la cocina
es un arte especial que te culmina
como dueño y señor y soberano.
Tienes alma infantil de puro niño,
tu gracia y tu sonrisa son imanes
que atraen a las personas con cariño
y son pétalos de flor en tulipanes.
Desde este pequeño pueblo castellano
quiero ser franco, claro y muy escueto:
gracias por todo, Karlos Arguiñano.
Vayan mi admiración y mi respeto.
Ángel Luís Sánchez Fernández
05370 Narros del Castillo
ÁVILA