LAS TRES AMONESTACIONES
Sé que te vas a casar según lo publica el pueblo,
el mismo día será mi muerte y tu casamiento.
Primera amonestación que en la iglesia e leyeron
fe la primera puñalada que a mi corazón le dieron.
Segunda amonestación tu gusto se está cumpliendo
te vas a casar con otro aunque yo me esté muriendo.
Tercera amonestación, te dan ya la enhorabuena
y a mi me están dando veneno para que me muera.
Cuando todas tus hermanas estén poniéndote el velo,
oirás las tristes campanas dando repiques del cielo.
Cuando vayas por la calle rodeada de mucha gente,
a mi me estarán diciendo la misa de cuerpo presente.
Cuando esté sen el altar y te esté casando el cura,
vuelve la vista hacia atrás y verás mi sepultura.
Cuando te pregunte el cura que si quieres a tu amante,
a mi me estarán poniendo cuatro velas por delante.
Cuando te pregunte el cura que si quieres a tu esposo,
A mi me estarán cantando la tremenda y el responso.
En tu camino al festín con tu querida madrina,
en la punta del botín, échame la tierra encima.
Cuando estén en la cama dentro de tu pabellón,
me rezarás un rosario dentro de tu corazón.
Y entre las copas de vino sentía remordimiento
al recordar que me diste palabra de casamiento.
Sé que te vas a casar según lo publica el pueblo,
el mismo día será mi muerte y tu casamiento.
Primera amonestación que en la iglesia e leyeron
fe la primera puñalada que a mi corazón le dieron.
Segunda amonestación tu gusto se está cumpliendo
te vas a casar con otro aunque yo me esté muriendo.
Tercera amonestación, te dan ya la enhorabuena
y a mi me están dando veneno para que me muera.
Cuando todas tus hermanas estén poniéndote el velo,
oirás las tristes campanas dando repiques del cielo.
Cuando vayas por la calle rodeada de mucha gente,
a mi me estarán diciendo la misa de cuerpo presente.
Cuando esté sen el altar y te esté casando el cura,
vuelve la vista hacia atrás y verás mi sepultura.
Cuando te pregunte el cura que si quieres a tu amante,
a mi me estarán poniendo cuatro velas por delante.
Cuando te pregunte el cura que si quieres a tu esposo,
A mi me estarán cantando la tremenda y el responso.
En tu camino al festín con tu querida madrina,
en la punta del botín, échame la tierra encima.
Cuando estén en la cama dentro de tu pabellón,
me rezarás un rosario dentro de tu corazón.
Y entre las copas de vino sentía remordimiento
al recordar que me diste palabra de casamiento.
