El cura ya sabe que no está solo, le apoya mucha gente en el
pueblo, se han recogido más de 90 firmas y se han entregado después de
Semana Santa en el obispado defendiendo su labor pastoral. Algunas personas no han firmado, pero la razón que ponían no era que no estuvieran de acuerdo, sino temor a tomar partido y a las posibles represalias si trascendía su nombre, y otros no se han enterado, pero seguro que lo hubieran hecho con mucho gusto.