El finde pasado llevé a los niños a montar en trineo a la piscina y se tiraron por la cuesta a toda pastilla, se lo pasaron de lujo. Eso me hizo recordar un invierno que nevó mucho (o una Semana Santa) y nos prestó "el guiños" un trineo, nos fuimos a la pisci y nos tiramos por la super cuesta que queda encima del manantial, justo enfrente del bar. La velocidad era potente y había que meterse entre dos mojones de granito (de los de límite de municipio)pues bien, pilotaba Luis (creo) y en el trineo nos habíamos subido todos...no dimos un golpe contra el mojón que todavía nos tiemblan las piernas y el trineo se partió por la mitad. Yo creía que nos iban a matar por vándalos y destrozones, pero al guiños no le importó mucho y nos reimos un poco más.
Maestro Recordatum.
Maestro Recordatum.