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Vecinos de Navamojada: Soy una persona nacida en ese precioso pueblo, mi madre nació y se crio ahí mi padre es descendiente, también su padre nació y vivió ahí hasta que se caso con la que fue mi abuela, yo me crie en otro pueblo, Puerto castilla los que sois de esa zona seguro lo conocéis, siempre presumí de nacer en Navamojada, me encanta su gente y el pueblo, que tiene preciosos rincones imposible de olvidar, en fiestas el 29 de Junio San Pedro, y cuando ya empezaba a pollear (como se decía) pasaba esos días en casa de mis abuelos, con mis primas, hice amigas estupendas simpáticas y muy agradables.
Mis abuelos ya murieron, sus nombres Emiliano y Gabriela, fueron una familia de tantas que tuvieron seis hijos de los cuales solo quedan tres mujeres, mi madre Sofía, ya tiene 88 años, Paca, y la más pequeña una guapísima mujer, llamada Anselma.
Hablare de mis abuelos: ¿Le suena a alguien el tío merendillas? o CORONA, quizá alguien recuerde, la dulzaina y el tamboril, le recuerdo en la feria de el ganado que se celebraba en Puerto Castilla, o mejor dicho en el ventorro Zamarro, a medio camino entre Santiago y el Puerto, yo era una chiquilla, y veía a mi abuelo con su tamboril su compañero con la dulzaina y a mi primo Paco tocando el bombo, menudo baile, mi abuelo era un encanto, chistoso, simpático, justo buen padre y abuelo, lo quería mucho. Cuenta mi madre, que cuando eran pequeños se levantaba el primero hacia lumbre y calentaba un poco de achicoria llevándosela después a la cama a sus hijos, mientras preparaba las patatas para el almuerzo, las patatas revueltas o revolconas, se´ mas historias por boca de mi madre, pero con esto ya honró su recuerdo. También contare por boca de mi madre que mi abuela fue una mujer muy trabajadora, según ella una lobona, valía para todo y era muy limpia, yo no pude compartir con ella mucho tiempo.
Por parte de mi padre, es una historia muy larga, su padre Mariano, (mi abuelo al cual no conocí) nació en Navamojada fruto de una familia que se caso tres veces eran muchos hermanos unos de padres y otros de ambos, dice mi madre se juntaban dieciocho, mis padres son primos, compartían abuelas, la misma abuela, de uno era abuela, y de otro bisabuela.
No puedo decir si antes de la infancia de mi madre, eran cabreros, pero sí que tenían ovejas durante la guerra, que mi madre junto con otras mujeres y un chico llamado Primo, cuidaban las ovejas muchas veces, se emociona cuando ve rebaños y dice con orgullo y cariño que ella también ha sido pastora.
Tengo muchos recuerdos de los viajes que hice a mi pueblo no fueron muchos pero si intensos llenos de cariño y vivencias extraordinarias, me siento muy de Navamojada.
Siempre me ha llamado la atención los nombres de mi familia son poco corrientes. Aureliano, Doroteo, Emiliana, Anselma, Eustaquia, Gervasia, Pascasia, Nicolasa, Eleuterio, Aquilino, me gustaría saber de dónde proceden, mis padrinos se llamaban Aquilino y Pascasia, eran mis tíos, personas cariñosas y buenas, con que cariño me sacaban el lomito de la olla y hacían que comiera ese manjar, tan apreciado y escaso en aquellos tiempos.
Ruego perdonéis los lectores mis defectos, no soy persona preparada y me he lanzado en esta nueva aventura de las tecnologías modernas, que nos abre puertas y nos une.
Un abrazo para toda NAVAMOJADA. Guadalupe.
Mis abuelos ya murieron, sus nombres Emiliano y Gabriela, fueron una familia de tantas que tuvieron seis hijos de los cuales solo quedan tres mujeres, mi madre Sofía, ya tiene 88 años, Paca, y la más pequeña una guapísima mujer, llamada Anselma.
Hablare de mis abuelos: ¿Le suena a alguien el tío merendillas? o CORONA, quizá alguien recuerde, la dulzaina y el tamboril, le recuerdo en la feria de el ganado que se celebraba en Puerto Castilla, o mejor dicho en el ventorro Zamarro, a medio camino entre Santiago y el Puerto, yo era una chiquilla, y veía a mi abuelo con su tamboril su compañero con la dulzaina y a mi primo Paco tocando el bombo, menudo baile, mi abuelo era un encanto, chistoso, simpático, justo buen padre y abuelo, lo quería mucho. Cuenta mi madre, que cuando eran pequeños se levantaba el primero hacia lumbre y calentaba un poco de achicoria llevándosela después a la cama a sus hijos, mientras preparaba las patatas para el almuerzo, las patatas revueltas o revolconas, se´ mas historias por boca de mi madre, pero con esto ya honró su recuerdo. También contare por boca de mi madre que mi abuela fue una mujer muy trabajadora, según ella una lobona, valía para todo y era muy limpia, yo no pude compartir con ella mucho tiempo.
Por parte de mi padre, es una historia muy larga, su padre Mariano, (mi abuelo al cual no conocí) nació en Navamojada fruto de una familia que se caso tres veces eran muchos hermanos unos de padres y otros de ambos, dice mi madre se juntaban dieciocho, mis padres son primos, compartían abuelas, la misma abuela, de uno era abuela, y de otro bisabuela.
No puedo decir si antes de la infancia de mi madre, eran cabreros, pero sí que tenían ovejas durante la guerra, que mi madre junto con otras mujeres y un chico llamado Primo, cuidaban las ovejas muchas veces, se emociona cuando ve rebaños y dice con orgullo y cariño que ella también ha sido pastora.
Tengo muchos recuerdos de los viajes que hice a mi pueblo no fueron muchos pero si intensos llenos de cariño y vivencias extraordinarias, me siento muy de Navamojada.
Siempre me ha llamado la atención los nombres de mi familia son poco corrientes. Aureliano, Doroteo, Emiliana, Anselma, Eustaquia, Gervasia, Pascasia, Nicolasa, Eleuterio, Aquilino, me gustaría saber de dónde proceden, mis padrinos se llamaban Aquilino y Pascasia, eran mis tíos, personas cariñosas y buenas, con que cariño me sacaban el lomito de la olla y hacían que comiera ese manjar, tan apreciado y escaso en aquellos tiempos.
Ruego perdonéis los lectores mis defectos, no soy persona preparada y me he lanzado en esta nueva aventura de las tecnologías modernas, que nos abre puertas y nos une.
Un abrazo para toda NAVAMOJADA. Guadalupe.