Me gusta comentar cosas de mi pueblo, son historias del pasado que forman la historia de nuestras vidas, nuestros antepasados no son personas que mueren, y ya está, no, ellos nos trasmitieron unos genes y unas vivencias que nos perseguirán, y pasaremos a nuestros hijos y así sucesivamente.
Navamojada es un precioso pueblo, allá en épocas de guerra civil se trabajaba cada rincón de tierra la parte más alta cerca de la sierra, tenían tierras centeneras, lo dedicaban al cereal cebada, trigo o centeno, todo era importante unas cosa para el ganado, otras el trigo, para el pan, esto se molía en un molino que mas lejos del pueblo y con los burros trasladaban en sacos la cosecha y regresaban con el harina, (uno de estos molinos esta en Navamures y creo restaurado, una hermosa casa a la orilla del rio.)
Navamojada, tenía una agricultura extraordinaria, las alubias del Barco de Ávila regadas con el agua del Tormes aguas frescas, finas, sin contaminar, eran una delicia.
Los frutales, llenaban las huertas de peras manzanas melocotones cerezas y otras frutas, al estar situado el pueblo en un pequeño valle, se producía de todo un poco, lo que mejor se lograba las manzanas y peras, yo comí las mejores cerezas y melocotones de mi vida, que sabor.. Mi abuelo plantaba lechugas tomates y patatas, nueces riquísimas que abundan los nogales por aquella zona. Los medios de trasportes de aquella zona eran, el burro y caballo con él se araban las huertas, pequeñas parcelas separadas por pared de piedra, algunas en balcón dado a la altura del terreno.
Navamojada tenían mimbreras, se hacían cestas, cestos grandes para recoger las patatas, llevar las comidas o conservar quesos u otros enseres. Vendían por otros pueblos sus cestos.
Una cosa única en la zona eran las gorras de las mujeres, hechas de paja de centeno, las mojaban para trabajarlas trenzaban y cosían formando una visera, decorándolas con vistosas telas, con estas bonitas gorras se protegían del sol. (En Extremadura, las tienen parecidas, pero no se si se copio el estilo de ellos o ellos de Navamojada. Tejían esterillas o alfombras del mismo modo y con la misma paja.
Por hoy ya está bien, espero que haya personas que disfrute con lo que fue su pueblo, lo quiero mucho y no quiero que se olvide. Besos, mojados... Como dice mi prima Begoña.
Navamojada es un precioso pueblo, allá en épocas de guerra civil se trabajaba cada rincón de tierra la parte más alta cerca de la sierra, tenían tierras centeneras, lo dedicaban al cereal cebada, trigo o centeno, todo era importante unas cosa para el ganado, otras el trigo, para el pan, esto se molía en un molino que mas lejos del pueblo y con los burros trasladaban en sacos la cosecha y regresaban con el harina, (uno de estos molinos esta en Navamures y creo restaurado, una hermosa casa a la orilla del rio.)
Navamojada, tenía una agricultura extraordinaria, las alubias del Barco de Ávila regadas con el agua del Tormes aguas frescas, finas, sin contaminar, eran una delicia.
Los frutales, llenaban las huertas de peras manzanas melocotones cerezas y otras frutas, al estar situado el pueblo en un pequeño valle, se producía de todo un poco, lo que mejor se lograba las manzanas y peras, yo comí las mejores cerezas y melocotones de mi vida, que sabor.. Mi abuelo plantaba lechugas tomates y patatas, nueces riquísimas que abundan los nogales por aquella zona. Los medios de trasportes de aquella zona eran, el burro y caballo con él se araban las huertas, pequeñas parcelas separadas por pared de piedra, algunas en balcón dado a la altura del terreno.
Navamojada tenían mimbreras, se hacían cestas, cestos grandes para recoger las patatas, llevar las comidas o conservar quesos u otros enseres. Vendían por otros pueblos sus cestos.
Una cosa única en la zona eran las gorras de las mujeres, hechas de paja de centeno, las mojaban para trabajarlas trenzaban y cosían formando una visera, decorándolas con vistosas telas, con estas bonitas gorras se protegían del sol. (En Extremadura, las tienen parecidas, pero no se si se copio el estilo de ellos o ellos de Navamojada. Tejían esterillas o alfombras del mismo modo y con la misma paja.
Por hoy ya está bien, espero que haya personas que disfrute con lo que fue su pueblo, lo quiero mucho y no quiero que se olvide. Besos, mojados... Como dice mi prima Begoña.
Muy interesante todo lo que escribes de este pueblo amigo Diciembre, este como tantos otros insignificantes tienen su historia, por muy pequeños que sean, yo me crie en un pueblo pequeño y me recuerda mi infancia, efectivamente se labraba cada rincón aprovechando al máximo el terreno cultivable, y se araba con caballerías o bueyes, incluso allí donde no entraba la yunta se cultivaba a mano en bancales o balcones como tu les llamas, se hacían escalonados en las laderas muy inclinadas, allí todo era aprovechable, incluso se les abonaba con el estiércol del ganado, así se conseguían cosechas más o menos rentables, aquello ya paso a la historia, pero es bueno que nuestros descendientes les quede constancia de cómo se vivía en aquella época, si bien es cierto que en la alimentación teníamos ciertas carencias, no menos cierto es que lo que comíamos era de lo más sano y saludable,
Efectivamente aquellas peras de agua tan ricas llenas de sabor recién cortadas y maduras, no como ahora que las conservan todo el año y carecen de sabor, además se consumían cada cosa en su época que era lo mejor y además como son zonas frías tardaban en madurar con lo cual cogían mas sabor, aquellas ensaladas de tomates tan sabrosos, esas lechugas rizadas tan tiernas y tan ricas. Perdón me estoy extendiendo demasiado pero os animo a todos en este foro a que continuemos escribiendo nuestras experiencias, que aunque no lo parezca son interesantes
Saludos a todos los paisanos de Ávila y sus pueblos
MarK
Efectivamente aquellas peras de agua tan ricas llenas de sabor recién cortadas y maduras, no como ahora que las conservan todo el año y carecen de sabor, además se consumían cada cosa en su época que era lo mejor y además como son zonas frías tardaban en madurar con lo cual cogían mas sabor, aquellas ensaladas de tomates tan sabrosos, esas lechugas rizadas tan tiernas y tan ricas. Perdón me estoy extendiendo demasiado pero os animo a todos en este foro a que continuemos escribiendo nuestras experiencias, que aunque no lo parezca son interesantes
Saludos a todos los paisanos de Ávila y sus pueblos
MarK