Además de la
Fiesta de la
Virgen del Rosario, estos días de octubre son los de la vendimia. Aún quedan viñas, pocas, que son atendidas con mimo por los hijos del
pueblo que hace años emigraron a
Madrid o -como en este caso- por los nietos de aquellos. La uva suele ser "garnacha", que es la que más se adapta al terreno y al clima.