A estas alturas, no se si este
mensaje tiene lugar, pero bueno, yo lo intento. Acabo de ver esta preciosa poesía que habéis escrito, y una vez más, os hemos recordado. Somos una
familia de
Neila de San Miguel, donde los Alonso se quedaban cada vez que venían a tocar al
pueblo. Una vez fuimos a vuestra
casa y vimos a vuestro
Cristo de la Victoria. Conocimos a vuestros padres y a vuestro perro. El hermano mayor nos traía zapatos que vendíamos en una
tienda. Yo soy la hija pequeña, y recuerdo como llevaban
... (ver texto completo)