A todos los que reniegan de la República, y, sobre todo, de los valientes y honrados vecinos de nuestro pueblo, que fue capaz de renegar, mayoritaria y democraticamente del pasado incivilizado y amoral de nuestro país, dando su apoyo a la etapa más justa y brillante que España ha vivido, quisiera recordar, desde mi conciencia no ya republicana, sino, ante todo, filántropa, como todas las conciencias deberían ser, que aquel periodo de progreso e igualdad fue sólo abortado por una panda de desalmados, enemigos de la democracia y la justicia, que no supieron llegar a su objetivo como los seres inteligentes, y tuvieron que hacerlo imponiendo y por la fuerza. Quiero dar las gracias a mi pueblo entero por recordar y honrar al memoria de autenticos patriotas, pues eso fueron todos los defensores de la República, que quisieron que el sueño continuase pero les despertó el terror, la miseria, la injusticia y la muerte. Ellos merecen más que nadie estar enterrados en nuestro cementerio. DESCANSEN EN PAZ. ¡VIVA LA REPúBLICA!