De. Gayo, EL EXCELENTISIOMO alcalde (así se ha hecho tratar en varias incripciones, hombre probo, instruido y letrado, como es sabido por todos, ha cerrado el prado al uso de vecinos y veraneantes, para abonarlo debidamente con los excrementos de sus ídilicas
ovejas. Ha puesto un candado y , así , con el paso de los días y de los meses lo que a unos nos pueda parecer origen de un hedor insufrible porque nos obliga a alejarnos de esa plaga de garrapatas en lo que se ha convertido el lugar donde
... (ver texto completo)