Ha sido para mí un placer dar con esta breve página de Pascualgrande. Tuve el honor de prestar mis servicios sacerdotales en este pequeño pueblo ("el Arzobispado", lo llamaba yo cariñosamente)durante algunos años y de él conservo gratísimos recuerdos (colaboré en la instalación de las nuevas campanas -refundidas con el material de las viejas, que eran unas de las que mejor sonaban por toda la zona)y muchos amigos. ¡Que la Purísima Concepción proteja a este entrañable pueblecito y a sus recios y castellanos habitantes.
Román.
Román.