Quien la persigue la consigue.
Y esque arto de hacer el ridículo allí donde le llamaban para torear, lo único que caseguia, abucheos y en algunos casos impagos.
Porque para conseguir matar a la vaquilla, en la mayoría de los casos, tenía que pincharla hasta 15 veces, y aún así no lo conseguía.
En ésta ocasión, lo consiguió en la
plaza de Madrigal.
Salió por la
puerta grande, escoltado por la Guardia Civil, y exsposado.
Enhorabuena TORERO MAMBLERO.
! Seguro que ahora, te llueven los contratos!
Viva
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