¡Hola Teresa, me alegro hablar contigo y me parece bonito y tierno el Amor que recíprocamente os procesáis el uno al otro. Las personas mayores de mi pueblo me gustan y el motivo es que me recuerdan a mi madre, me hablan de mis padres, no tengo palabras para decir que gran sentimiento tengo de ellos. Les perdí a los dos cuando yo tenia 23 años, quedarte huérfana de aquella forma es un drama que por desgracia vivimos que dando mi hermana pequeña, como una hija más para mí (mi padre así lo dispuso). El pobrecito no pudo vivir sin mi madre y en un año se consumió en la pena…sin quejarse, sin dar a nadie que hacer y solo un lamento…te ruego Dios mío que me lleves con ella, y así se nos fue como un martil. ¡Si yo he visto lo que es el AMOR fue en mis padres, siempre y de siempre el uno para el otro! Solo tenían 54 años los dos. Nosotros sus hijos no teníamos consuelo. Cuando me case yo tuve mi primer hijo y les veía a mis padres en su papel de abuelos tan felices …pensaba yo ¡lo tengo todo! Desde entonces ya no lo tengo todo… no al mismo tiempo.
Alfonso, usted ha tenido que tratarles de seguro, ¿Qué tal? Le deseo bien.
Yo soy una nieta del sacristán de Rasueros, seguramente que mi abuelo le corto el pelo muchas veces.
¡En fin! Reciba un fuerte abrazo y lo mismo a su esposa, de una paisana.
Alfonso, usted ha tenido que tratarles de seguro, ¿Qué tal? Le deseo bien.
Yo soy una nieta del sacristán de Rasueros, seguramente que mi abuelo le corto el pelo muchas veces.
¡En fin! Reciba un fuerte abrazo y lo mismo a su esposa, de una paisana.