Ay! las campanas, que entrañables recuerdos nos traen: Son como, voz de esperanza, voz de consuelo, voz de amór.
En un rituál diocesano antiguo, se nos dice que són como las trompetas de Dios de los ejércitos, que convocan las milicias de la cruz al pie de los altares para romper fuego contra el infierno.
El literato Luis Veuillot nos dice que la voz de las campanas es voz dulcisima de oración, que recorre campos, trepa las montañas, se cierne sobre los valles, atraviesa los tupidos bosques, y domina sobre todo, el ruido humano.
Sabiais que antiguamente las gentes creian que las campanas alejaban las tormentas?.. Cuando las campanas tocaban contra este fenómeno se interpretaba asi:
Tente nublo
Tente tú
Que Dios puede mas que tú
Si eres agua vén acá
Si eres piedra vete allá.
Yo no recuerdo que las campanas de Rasueros, tocasen cuando habia tormenta, pero si recuerdo todos los toques que yá Fraililla nos ha descrito espléndidamente.
Que su toque, su voz dulcisima se oiga una véz mas (y siempre) hoy en especial por todos nuestros difuntos, y aunque ahora no lo hagan por medio del entrañable campanero, sigan las campanas de todos los lugares, mandando ese sonido inconfundible que se transforma en voz dulcisima. Abzs. Ignacio
En un rituál diocesano antiguo, se nos dice que són como las trompetas de Dios de los ejércitos, que convocan las milicias de la cruz al pie de los altares para romper fuego contra el infierno.
El literato Luis Veuillot nos dice que la voz de las campanas es voz dulcisima de oración, que recorre campos, trepa las montañas, se cierne sobre los valles, atraviesa los tupidos bosques, y domina sobre todo, el ruido humano.
Sabiais que antiguamente las gentes creian que las campanas alejaban las tormentas?.. Cuando las campanas tocaban contra este fenómeno se interpretaba asi:
Tente nublo
Tente tú
Que Dios puede mas que tú
Si eres agua vén acá
Si eres piedra vete allá.
Yo no recuerdo que las campanas de Rasueros, tocasen cuando habia tormenta, pero si recuerdo todos los toques que yá Fraililla nos ha descrito espléndidamente.
Que su toque, su voz dulcisima se oiga una véz mas (y siempre) hoy en especial por todos nuestros difuntos, y aunque ahora no lo hagan por medio del entrañable campanero, sigan las campanas de todos los lugares, mandando ese sonido inconfundible que se transforma en voz dulcisima. Abzs. Ignacio