Aunque en Galicia que es su principál productor ya estan maduras y empieza su recolección, y aunque por nuestra tierra de Avila también se dán (en mucho menos cantidád) es de este producto traido de Galicia del que yo siendo niño me evocan unos recuerdos entrañables.
Recuerdo a esos vendedores que entrando el més de Noviembre o Diciembre, llamaban a las puertas de las casas, y con su saco ala espalda cambiaban, castañas por cereales (no recuerdo bien en que cantidád hacian ese cambio) A mi me hacia mucha ilusión este trueque y esta visita, porque estas personas también te contaban historias de su lejana tierra, te hablaban de las Meigas: A nosotros niños nos decian, Tenér cuidado con la Meiga Marimanta, que roba a los niños y los hace desaparecér, lleva a su espalda un saco, si veis que el saco está abultado.. Zarandearlo! hasta que suelte su presa! como este vendedór llevaba a su espalda un saco abultado por las castañas, lo zarandeabamos, y el gritaba!... No! no!.. a mi no, que yo no soy la Meiga Marimanta! era muy divertido, tiempos pasados y felices.
Despues cuando me vine a la ciudád, continué deseando llegase esta epoca de castañas y con los primeros frios del Otoño, ya veias asentandose en cualquier esquina, plaza, o boca de Metro, a las entrañables castañeras, sus armas de trabajo eran, un hornillo, el puchero, la materia prima y una paleta para voltearlas, era tipico de los inviernos Madrileños, preludio para la Navidád, caminando por sus calles percibias ese olor tan agradable formado por las castañas asadas y los churros, para un paletillo como yo recién llegado del Pueblo, todo era nuevo y mágico, el aroma, la ciudád, el ambiente, me sentia como flotando descubriendo todas estas sensaciones... Entoces, me venia a la mente los años vividos en Rasueros y recordaba a ese vendedor con el saco de castañas en su espalda cambiando o vendiendo su producto, esas exquisitas castañas... ¿No percibis yá su aroma?... o es mi deseo de que llegue pronto?.. Abzs. Ignacio
Recuerdo a esos vendedores que entrando el més de Noviembre o Diciembre, llamaban a las puertas de las casas, y con su saco ala espalda cambiaban, castañas por cereales (no recuerdo bien en que cantidád hacian ese cambio) A mi me hacia mucha ilusión este trueque y esta visita, porque estas personas también te contaban historias de su lejana tierra, te hablaban de las Meigas: A nosotros niños nos decian, Tenér cuidado con la Meiga Marimanta, que roba a los niños y los hace desaparecér, lleva a su espalda un saco, si veis que el saco está abultado.. Zarandearlo! hasta que suelte su presa! como este vendedór llevaba a su espalda un saco abultado por las castañas, lo zarandeabamos, y el gritaba!... No! no!.. a mi no, que yo no soy la Meiga Marimanta! era muy divertido, tiempos pasados y felices.
Despues cuando me vine a la ciudád, continué deseando llegase esta epoca de castañas y con los primeros frios del Otoño, ya veias asentandose en cualquier esquina, plaza, o boca de Metro, a las entrañables castañeras, sus armas de trabajo eran, un hornillo, el puchero, la materia prima y una paleta para voltearlas, era tipico de los inviernos Madrileños, preludio para la Navidád, caminando por sus calles percibias ese olor tan agradable formado por las castañas asadas y los churros, para un paletillo como yo recién llegado del Pueblo, todo era nuevo y mágico, el aroma, la ciudád, el ambiente, me sentia como flotando descubriendo todas estas sensaciones... Entoces, me venia a la mente los años vividos en Rasueros y recordaba a ese vendedor con el saco de castañas en su espalda cambiando o vendiendo su producto, esas exquisitas castañas... ¿No percibis yá su aroma?... o es mi deseo de que llegue pronto?.. Abzs. Ignacio