Ayer en los ensayos con mi coro, la directora nos habló largo y tendido sobre la música; y fué interesantisimo! porque nos descubrió a un Beethoven que muchos desconociamos: un Beethoven muy espirituál, y me quedé impresionado y admirado al comprobar que la novena sinfonia de este compositór, es un canto a las grandezas de Dios.
Beethoven creyó en Dios, le amó, esperó en el y se entregó a si mismo, la unidád del canto finál en la novena sinfonia tiene así su origen y modelo en la unidád de la Trinidad (Padre, Hijo, Espiritu Santo).."Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, y ví la ciudad Santa, la nueva Jerusalen, que bajaba del cielo de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo, y oí una fuerte vóz que decia desde el trono"Esta es la morada de Dios con los hombres" Ap. 21.3.
Es como un coro de Angeles al que se incorpora el canto de la tierra, se entra en el canto Trinitario donde todos los hombres son hermanos, cantan en la plenitud del amor y la dicha, y se funden en un abrazo universal y eterno.
Realmente, expuesto de esta manera y sabiendo la grán religiosidád de Beethoven, comprendes mucho mejór la música, saboreas, vives mas intensamente sus motivaciones, la música, al iguál que la pintura (y otras muchas manifestaciones) son! como besos para el espíritu, la humanidád no podria vivir sin ellas, son imprescindibles para nuestra realización como personas: El mundo es una sinfonia, la resurrección en el dia del juicio finál es, en cierto sentido una nueva creación.
"Nada hay tan hermoso como cogerle a lo divino sus mas expléndidos rayos y derramarlos sobre la humanidád" (L, van Beethoven).
De verdad! amig@s, que ayer fué un dia muy instructivo en mis horas de ensayo, y he querido manifestároslo a vosotr@s. Abzs. Ignacio
Beethoven creyó en Dios, le amó, esperó en el y se entregó a si mismo, la unidád del canto finál en la novena sinfonia tiene así su origen y modelo en la unidád de la Trinidad (Padre, Hijo, Espiritu Santo).."Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, y ví la ciudad Santa, la nueva Jerusalen, que bajaba del cielo de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo, y oí una fuerte vóz que decia desde el trono"Esta es la morada de Dios con los hombres" Ap. 21.3.
Es como un coro de Angeles al que se incorpora el canto de la tierra, se entra en el canto Trinitario donde todos los hombres son hermanos, cantan en la plenitud del amor y la dicha, y se funden en un abrazo universal y eterno.
Realmente, expuesto de esta manera y sabiendo la grán religiosidád de Beethoven, comprendes mucho mejór la música, saboreas, vives mas intensamente sus motivaciones, la música, al iguál que la pintura (y otras muchas manifestaciones) son! como besos para el espíritu, la humanidád no podria vivir sin ellas, son imprescindibles para nuestra realización como personas: El mundo es una sinfonia, la resurrección en el dia del juicio finál es, en cierto sentido una nueva creación.
"Nada hay tan hermoso como cogerle a lo divino sus mas expléndidos rayos y derramarlos sobre la humanidád" (L, van Beethoven).
De verdad! amig@s, que ayer fué un dia muy instructivo en mis horas de ensayo, y he querido manifestároslo a vosotr@s. Abzs. Ignacio