Esto que cuento, y que es reál, debió de suceder en torno a los años 60, y recuerdo que pasó una noche de verano, aquellos veranos en Rasueros donde el silencio y el calór ambientál, producen una sensación de paz y tranquilidad que solo se puede dár en ese lugar. El cielo se vuelve inmenso, luminoso, misterioso. Estábamos unos cuantos amigos contándonos historias de misterio y enigmas planetarios, mirando el cielo nos imaginábamos aventuras fantásticas, misterios del universo..... Cuando, de repente! la luna empezó a brillar de un modo diferente a como la estábamos contemplando, por un instante apenas unos segundos, la luna se agrandó más de lo normal, el cielo, inmenso y claro se achicó, y contemplamos un increible efecto visual, parecia como si de repente pudiesemos abrazar la inmensa y brillantisima luna, yo no comprendia lo que estaba pasando y contemplando, por un momento senti miedo y cierta angustia, todos nos mirabamos y haciamos como si ninguno de nosotros hubiera pasado miedo. El fenómeno pasó y todo volvió a su sitio y lugar, el cielo recuperó su tamaño, las estrellas recuperaron su luz y quietud, y la luna brilló con su lúz normal. ¿Que habia pasado?... Pues que sin nosotros saberlo, habiamos presenciado el fenómeno conocido por "Super Luna", un fenómeno que ocurre cuando la luna durante su tránsito orbital, pasa ligeramente mas cerca de nuestro planeta lo cuál, en combinación con su fase plena, se traduce en un espéctaculo visual que nos invita a abrazar el elegante disco plateado. A nosotros que no entendiamos de fenómenos orbitales ni nada que se le pareciese, aquello lo vivimos como un misterio sin resolver, algo que habiamos imaginado en nuestras mentes juveniles y que fué mas bién producto de nuestra imaginación.
En cualquier caso: El cielo de Rasueros en verano es inigualable, por su grandiosidad, cercania, pureza, brillantez, silencio... Y para mi, que hasta el color es diferente al de otros lugares, dandote pié a imaginar todo tipo de fantasias, aventuras y misterios...... Abzs. Ignacio
En cualquier caso: El cielo de Rasueros en verano es inigualable, por su grandiosidad, cercania, pureza, brillantez, silencio... Y para mi, que hasta el color es diferente al de otros lugares, dandote pié a imaginar todo tipo de fantasias, aventuras y misterios...... Abzs. Ignacio