LA SABIDURIA
La gran protagonista de la evolución es la experiencia. A través de ella las especies aprendes, desarrollan el instinto y avanzan. El hombre posee una cualidad
única que le aventaja sobre las demás criaturas: El lenguaje hablado y escrito
que le permite transmitir su experiencias y recibir información de otros.
El cerebro humano ha desarrollado mecanísmos capaces de procesar, memorizar y reproducir información. Esta habilidad ha contribuido grandemente a la evolución
de nuestra raza y ha acelerado el sistema de aprendizaje, pero... Sólo se sabe lo que se experimenta. La información no es más que un sistema de referencias que sólo puede resultar de gran ayuda en el análisís y asimilación de nuestras propias vivencias, pero no es, ensímismo, uan fuente de sabiduría. Esto parece ignorarlo el sistema de educación al individuo y sólo considera aventajado a quien es capaz de almacenar y reproducir más datos. Corremos el riesgo de descuidar el cultivo de las facultades superiores de la mente, al potenciar excesivamente los mecanismos automáticos cerebrales que realizan funciones semejantes a las de los procesadores. La verdadera sabiduría consiste en unir lo que es bueno con lo que es mejor. En separar lo que es bueno de lo que es malo, pero sabiendo que el mal siempre tiene dos caras. El sabio no ignora que cualquier parte del Universo, por infinitesimal que sea, sabe todo lo que ocurreen el resto del Universo, y que todo el resto del universo sabe lo que ocurre allí. Sabe el sabio que es fácil ímponer la ley por la fuerza. Y que es difícil propagarla con el ejenplo. La meditación profunda, la plegaria espontania el reposo solitario, la alimentación sencilla y el movimiento mesurado, mantienen el espíritu, el alma y el acerpo del sabio. Aquel que reconoce su ignorancia, su impotencia y sus faltas, está empezando a caminar por el sendero de la sabiduria. Solo aquel que ha recorrido la senda de la sabuduría puede indicar el camino, pero son pocos los que le escuchan y le creen, La humanidad y el amor son el adorno de la sabiduría. Ninguna religión-esto lo sabe muy bien el savio tiene el monopolio del creador, ya que él es único y ellas son diversas. Sabe el sabio que la esencia de todas es la misma, cuando ellas enseñan el Amor y viven el Amor, pues de lo contrario no son sino cuentos.
La gran protagonista de la evolución es la experiencia. A través de ella las especies aprendes, desarrollan el instinto y avanzan. El hombre posee una cualidad
única que le aventaja sobre las demás criaturas: El lenguaje hablado y escrito
que le permite transmitir su experiencias y recibir información de otros.
El cerebro humano ha desarrollado mecanísmos capaces de procesar, memorizar y reproducir información. Esta habilidad ha contribuido grandemente a la evolución
de nuestra raza y ha acelerado el sistema de aprendizaje, pero... Sólo se sabe lo que se experimenta. La información no es más que un sistema de referencias que sólo puede resultar de gran ayuda en el análisís y asimilación de nuestras propias vivencias, pero no es, ensímismo, uan fuente de sabiduría. Esto parece ignorarlo el sistema de educación al individuo y sólo considera aventajado a quien es capaz de almacenar y reproducir más datos. Corremos el riesgo de descuidar el cultivo de las facultades superiores de la mente, al potenciar excesivamente los mecanismos automáticos cerebrales que realizan funciones semejantes a las de los procesadores. La verdadera sabiduría consiste en unir lo que es bueno con lo que es mejor. En separar lo que es bueno de lo que es malo, pero sabiendo que el mal siempre tiene dos caras. El sabio no ignora que cualquier parte del Universo, por infinitesimal que sea, sabe todo lo que ocurreen el resto del Universo, y que todo el resto del universo sabe lo que ocurre allí. Sabe el sabio que es fácil ímponer la ley por la fuerza. Y que es difícil propagarla con el ejenplo. La meditación profunda, la plegaria espontania el reposo solitario, la alimentación sencilla y el movimiento mesurado, mantienen el espíritu, el alma y el acerpo del sabio. Aquel que reconoce su ignorancia, su impotencia y sus faltas, está empezando a caminar por el sendero de la sabiduria. Solo aquel que ha recorrido la senda de la sabuduría puede indicar el camino, pero son pocos los que le escuchan y le creen, La humanidad y el amor son el adorno de la sabiduría. Ninguna religión-esto lo sabe muy bien el savio tiene el monopolio del creador, ya que él es único y ellas son diversas. Sabe el sabio que la esencia de todas es la misma, cuando ellas enseñan el Amor y viven el Amor, pues de lo contrario no son sino cuentos.