RASUEROS: Hola amig@s! Hemos entrado en el veranillo de San Miguel,...

Hola amig@s! Hemos entrado en el veranillo de San Miguel, y como dice el refrán " Por el veranillo de San Miguel, están los frutos como la miel". Este maravilloso fenómeno atmosférico, que se produce casi todos los años a finales del mes de septiembre (de ahí su nombre pues el 29 de spetimbre es San Miguel), nos deja un último regusto del verano, un último coletazo de calor que, en cierta medida, nos ayudan a soportar mejor el frío, las lluvias y todas esa suerte de inclemencias atmosféricas típicas del otoño y del invierno. Pero es que nuestro estupendo Veranillo del Membrillo (como también es conocido) no sólo nos sirve de refuerzo para los meses venideros, sino que resulta todo un placer poder disfrutar de las cálidas temperaturas que nos reporta, cuando ya despunta el atardecer. Ayer mismo, fui a visitar a mi querido Rasueros (al que cada vez siento con mayor arraigo), y me encanto poder ver tanta gente en la calle paseando, ver tanta gente sentada en la puerta de casa, señal inequívoca de que todavía hace bueno para tomar el fresco. Había un ambiente estupendo! Así que nada más llegar me puse a hablar con la gente que conozco, la gente de mi pueblo, mi gente. Y me ocurrió algo que se está repitiendo últimamente con bastante frecuencia; tanto me entretuve hablando con mis paisanos, tan a gusto estaba contando mis experiencias de verano y escuchando a los demás las suyas, que perdimos la noción del tiempo, se hizo tarde, y tuvimos que regresar, sin que llegará a entrar en mi casa!
Pero no sólo estuve dándole a la húmeda, también tuve la oportunidad de ver algo curioso, allí en mi pueblo, algo que voy a compartir con tod@s vosotr@s. Antes de ir a Rasueros, pasamos por Peñaranda. Allí vimos un grupo bastante de gente, todos muy arreglados, y junto al grupo una gran limusina de color blanca, por lo que deducimos que se trataba de una boda. Cuando llegamos al pueblo lo comenté, donde me confirmaron que no se trataba de nadie del pueblo, y quedó en una simple anécdota. Hasta que, al cabo de un rato, vimos aparecer a la gran limusina,... en Rasueros. Al parecer, era la boda de alguien de Flores, y pues esa era la dirección que estaban tomando. Resultaba algo extraño ver un coche de ese tamaño y ese lujo dentro de nuestro pueblo, pero también nos dejo un momento de lo más divertido, viendo maniobrar al sufrido conductor de la limusina por las callecitas de nuestro pueblo, por las que apenas podía girar.
Jaimar, muchas gracias, todas tus canciones son muy bonitas, y es cierto que animan mucho, no hay más que ver lo vivo que está últimamente nuestro foro. Me encanta leeros a tod@s, mis amig@s.
Bueno, sólo me queda desearos una buena semana y que disfruteís al máximo de las bondades de nuestro Veranillo de San Miguel, que tan deliciosas tardes nos está regalando. Un beso.