¿Quién de vosotros no ha visto por t. v hace décadas (no sé si la habrán repuesto alguna vez) aquella serie de dibujos animados en los que el (maldito) correcaminos humillaba sádicamente al (pobre) coyote.. este perseguia inutílmente su objetivo dia tras dia (ataviado con todo tipo de gadgets) para acabar indefectiblemente despeñado por un abismo, dinamitado salvajemente, aplastado por una roca gigantesca o... las tres cosas al mismo tiempo.. a si que tan repetitivo se hacia esta desgracia sobre el (pobre) coyote, que mi mente empezó a sentir simpatía y empaticé con aquel personaje (perdedor) que tantas injusticias y fracasos cosechaba y un desprecio por el bueno: un relamido, prepotente y engreído correcaminos asqueroso. El malo en el fondo tenia sus razones para serlo, simplemente había que ponerse en su pellejo para comprenderlo. ¿Porque no podía imponerse al correcaminos aunque solo fuese una vez en la vida?. ¿Porque ahora los villanos están de moda? Y no me refiero a los que todos estamos pensando (políticos etc..). Ahora en el cine y la literatura, con personajes oscuros repletos de vicios y debilidades, que engañan, traicionan y delinquen y que sin embargo, se granjean nuestra comprensión y simpatía. Los villanos están de moda, los buenazos tienen poco que hacer. ¿Entonces donde quedó ese dicho donde se aseveraba eso de: "haz bien y no mires a quien" o.. el buen ejemplo hace aflorar la buena semilla? Con todo yo prefiero ser ese buenazo... aunque ahora no esté de moda ni en el cine, ni en la literatura e incluso en la vida normal.. Aunque yo también a veces he deseado que el coyote atrapase al correcaminos y le diera su merecido... Abzs. Ignacio